Con el objetivo de impulsar entre nuestro alumnado un mayor contacto con la Naturaleza y ofrecerle posibilidades de movimiento libre, nació en Egiluze Ikastexea el proyecto Goazen Kanpora. El punto de partida fue la utilización del espacio exterior y de recreo como un espacio educativo más, como un lugar social de relación, que aparte de brindarnos diversión y vivencias al aire libre, nos aportase a todos nuevos aprendizajes y propiciase una formación más experimental. Queríamos que la pedagogía verde fuera una constante en nuestro día a día y, por ello, fuimos naturalizando las aulas también.
Buscábamos que nuestros alumnos y alumnas tuvieran un contacto real con la Naturaleza, que adquirieran un compromiso y respeto por el medio ambiente. Teníamos claro que dichas actitudes no se consiguen a través de una mera transmisión de información en las aulas, sino que era necesario que tuvieran una relación positiva con su entorno. De nada sirve hablar de grandes temas como el reciclaje o el ahorro energético si no somos capaces de fomentar entre nuestros alumnos y alumnas el amor por la Naturaleza.
El fomento del amor por la Naturaleza solo se consigue en contacto directo con ella.
Conocer los numerosos beneficios que la pedagogía verde aporta a nuestro alumnado nos animó a seguir hacia delante. A nivel cognitivo, desarrolla la concentración y la creatividad. A nivel social, fomenta actitudes de respeto, responsabilidad y resolución de conflictos, valores fundamentales para educar a nuestros alumnos y alumnas en democracia. Y ni que hablar de las ventajas que el movimiento libre en la naturaleza aporta en el desarrollo físico y motor de nuestros niños y niñas.
La clave del éxito de Goazen Kanpora radicó en implicar a toda la comunidad educativa en este proceso de cambio. Se llevó a cabo un proceso participativo tanto con los trabajadores, como con el alumnado y las familias, donde pudimos establecer un diagnóstico de nuestro patio escolar y fijar las acciones a llevar a cabo. Dicho proceso acabó con una exposición de los trabajos realizados por los diferentes grupos.
Las familias acogieron muy satisfactoriamente la iniciativa, llegando incluso a organizarse varias jornadas de auzolan donde familias, alumnado y trabajadores con azada y pala en mano, dieron los primeros pasos para la transformación de nuestro espacio exterior.
La formación de los docentes fue y sigue siendo uno de los pilares del proyecto. Experiencias en la metodología Bosque-Escuela o poder contar con la presencia en nuestro centro de una experta en la materia como Heike Freire, la cual nos transmitió los principios de su pedagogía verde, han sido fundamentales.
Hoy en día el uso de las katiuskas en Egiluze forma parte del paisaje habitual. Las familias saben que unas uñas manchadas de barro forman parte del desarrollo de sus hijos e hijas, significa que los pequeños han experimentado, han tocado, vivido y sentido la Naturaleza.
Queremos seguir creciendo, queremos seguir ofreciendo experiencias enriquecedoras a nuestro alumnado. Por eso, nuestro reto de futuro es que Goazen Kanpora se convierta con el alumnado mayor en Goazen Herrira. El objetivo es aprovechar los recursos que nos ofrecen el municipio y su comarca para poder desarrollar tanto las competencias disciplinares como las trasversales. Y lo más importante, desarrollar en nuestro alumnado un sentimiento de pertenencia, de cuidado y respeto por lo que le rodea. Egiluze, herriarena eta herriarentzako.
Autora: Irene Majarres, responsable de orientación y tutora de ESO en Egiluze Ikastetxea.